Colossal: la empresa que avanza en la desextinción de especies
El concepto de desextinción, que alguna vez se consideró de ciencia ficción, se está convirtiendo en una realidad. La empresa estadounidense Colossal, con un valor estimado de unos 10.000 millones de euros, ha conseguido llevar a cabo avances significativos en la resurrección de especies extintas. Aunque algunos en la comunidad científica muestran escepticismo, la compañía ha anunciado para 2025 la creación de ratones lanudos, lobos gigantes y avances en la reproducción asistida de aves, como el dodo. Este último, un pájaro no volador que se extinguió en el siglo XVII, es parte de su ambicioso proyecto de desextinción, que incluye también la restauración del mamut lanudo a partir del elefante asiático.
Perfil de la directora científica
Beth Shapiro, zoóloga de 49 años, se ha convertido en la cara visible de Colossal. Su trayectoria abarca desde el periodismo hasta ser una investigadora destacada en ADN antiguo. Shapiro lidera equipos que trabajan en la desextinción no solo del dodo y el mamut, sino también del tigre de Tasmania y el moa de Nueva Zelanda.
Logros y controversias en la desextinción
En el caso de los lobos gigantes, Colossal ha realizado lo que considera su primera desextinción exitosa. Estos animales fueron creados mediante la modificación genética de lobos grises actuales, a los cuales se les introdujeron 20 cambios genéticos del extinto Canis dirus. Sin embargo, críticos argumentan que los lobos gigantes son una versión modificada de los lobos grises y no auténticos representantes de su especie ancestral. La comunidad científica también señala que clonar una especie a partir de su genoma completo es actualmente inviable, poniendo a la única cría de bucardo español, que murió poco después de nacer hace más de 20 años, como el único éxito parcial en este campo.
Retos técnicos y éticos
Colossal enfrenta numerosos retos técnicos, incluyendo la clonación y la edición genética a gran escala. Para el mamut lanudo, la compañía planea utilizar elefantas para gestar las crías durante 22 meses, a pesar de que aún no se puede garantizar el éxito hasta el momento del nacimiento. La estrategia de la empresa no solo busca la desextinción, sino que también aspira a conservar especies aún vivas que están en peligro de extinción. Los fundadores de Colossal, el genetista George Church y el empresario Ben Lamm, defienden que sus investigaciones pueden ayudar a restaurar ecosistemas deteriorados debido al cambio climático y la intervención humana.
Ubicación y status de las especies resucitadas
Colossal tiene planes de criar mamuts en Alaska y dodos en las islas Mauricio. Un año después de su creación, los lobos gigantes mantienen buena salud en una ubicación secreta dentro de Estados Unidos. La empresa también emplea inteligencia artificial y drones para monitorear a estos animales y evitar su escape.
Opiniones de conservacionistas y expertos
El proyecto ha suscitado críticas entre conservacionistas que argumentan que sería más efectivo preservar las especies actuales en peligro. Algunos científicos temen que la tecnología utilizada para la desextinción se aplique de manera irresponsable, mientras que otros advierten que los genomas de las especies extintas no están completos, lo que dificulta la auténtica resurrección de estas especies, además de que su comportamiento natural y hábitat ya no existen.
Sostenibilidad y futuras aplicaciones
Recientemente, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza rechazó una moratoria sobre proyectos de biología sintética que modifican el genoma de especies salvajes, lo que representa un avance para iniciativas como las de Colossal. Shapiro, quien asumió el cargo de directora científica el año pasado después de trabajar en la Universidad de California en Santa Cruz, continúa siendo respetada en su campo. Su reciente proyecto incluye la investigación sobre bacterias que vivieron en mamuts hace más de un millón de años, lo que añade más valor a sus credenciales como investigadora.
¿Desextinción de seres humanos?
A pesar de los avances, Shapiro se niega a cruzar la barrera ética al considerar la posibilidad de desextinguir especies humanas, como los neandertales, subrayando la necesidad de consentimiento informado para cualquier intervención en seres humanos.
Mirando hacia el futuro
Colossal sigue su camino hacia la desextinción, planeando realizar avances científicos que potencialmente puedan beneficiar la preservación de especies actuales y la salud humana. A medida que la compañía avanza, el debate sobre la ética y la eficacia de sus métodos continuará ocupando un lugar central en la discusión sobre la conservación y el futuro de la biodiversidad.