El Clasismo: Un Análisis del Fenómeno Social Actual

El Clasismo: Un Análisis del Fenómeno Social Actual

Repercusiones de la frase “Gobierno de atorrantes” en la campaña de Evelyn Matthei

Recientemente ha resonado en la esfera política chilena la contundente declaración del jefe de campaña de Evelyn Matthei, quien calificó al actual Gobierno como un “Gobierno de atorrantes”. Este término, lejos de ser un simple arrebato verbal, suscita una reflexión más profunda sobre su significado sociopolítico y clasista.

El significado de «atorrante»

La palabra atorrante proviene del lunfardo y se desvincula de una mera crítica a la gestión gubernamental. En su uso, denota vagancia, desidia y desvergüenza y implica una marginalización social profunda. Alojar este término en el discurso político trasciende la crítica a la incompetencia; busca despojar de legitimidad y dignidad a quienes se ven representados por el Gobierno, situándolos en una posición de desprecio clasista.

Impacto en la percepción del electorado

Utilizar un adjetivo como atorrante no solo afecta a las figuras gubernamentales, sino que también golpea a un sector del electorado que ha encontrado en esta administración una posibilidad de inclusión y reconocimiento. Este tipo de discursos polariza y puede ser incendiario, especialmente entre los sectores populares que se sienten histórica y culturalmente discriminados. En un contexto electoral donde cada voto cuenta, este desprecio podría acarrear un castigo en las urnas, afectando el resultado de la contienda.

Desconexión y desesperación en el lenguaje político

La elección de un vocabulario tan ofensivo por un prominente miembro de la campaña de Matthei sugiere una desesperación estratégica por captar atención y, al mismo tiempo, una desconexión con la realidad sociocultural. El insulto clasista, que se pretende usar para menospreciar al adversario, revela más sobre quien lo profiere, exponiendo un discurso cargado de elitismo.

Errores en el camino hacia un nuevo ciclo político

A pesar de los aciertos y resultados tangibles que cualquier gestión podría envidiar en áreas como salud y pensiones, el Gobierno ha enfrentado críticas por su falta de acción oportuna en cuestiones constitucionales. La dilatación en la revisión del proceso constitucional ha sido notoria, donde la espera por resultados vendría a ser un error estratégico crucial. Sin embargo, en el aprendizaje político radica su valor; los errores deben ser vistos como oportunidades para crecer y mejorar en el ejercicio del poder.

Una lección en el camino electoral

A medida que se acercan las elecciones, queda claro que Chile avanza con o sin las etiquetas despectivas. Este contexto sugiere que el presidente Gabriel Boric y su equipo podrían incluso transformar el insulto clasista en un símbolo de resistencia y dignidad. A través de la autocrítica y un enfoque más cercano, es posible que se establezcan nuevas formas de gobernar que desafíen las actitudes elitistas.

La historia de la política chilena continúa desarrollándose, y lo que empieza como un insulto puede ser el punto donde surja un cambio significativo. Los logros perduran, mientras las ofensas quedan atrás.

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