Mon Laferte se encuentra en Madrid, donde concede entrevistas en la moderna sede de su discográfica. Destacada figura de la música latina, Laferte, dueña de una voz impresionante, ha cosechado cinco Grammy Latinos y ha vendido más de cuatro millones de discos. Durante la sesión fotográfica, sus colaboradores se encargan de que sus deseos sean cumplidos, buscando capturar tanto la luz como la sombra de su esencia. Estas sombras las compartió en su documental Mon Laferte, te amo, estrenado en Netflix en 2024, donde narra momentos difíciles como el abandono paterno y una infancia marcada por la pobreza y el abuso.
Su voz conecta profundamente con el público. ¿Qué cree que genera esa conexión?
Creo que mi arte proviene de una honestidad brutal e incómoda. Mi música está muy conectada con lo visceral y con lo que siento en el momento.
¿Canta con las entrañas?
Totalmente. Cuando subo al escenario, me entrego sin filtros, dispuesta a desgarrarme para transmitir la emoción. Desde el susurro hasta el grito más desgarrador, expreso mi mensaje musical.
¿Cómo enfrenta los cambios en su voz y su carrera al pasar de los 40 años?
Cuando era más joven me sentía un potro desbocado. Al llegar a los 40, experimenté una crisis social como mujer artista. Hay una expectativa de que a esta edad la carrera empieza a declinar, pero me siento en un momento de transición, más segura y tranquila que nunca.
¿Por qué habla de incomodidad tanto?
Mi vida ha sido difícil y disfruto desafiar a los demás. Me gusta que el arte haga reflexionar, cuestionar lo que sucede en la vida diaria. Busco hacer que se sientan incómodos para que se planteen preguntas.
Además de cantante, también es pintora y diseña escenografías. ¿Cómo se ha desarrollado esa faceta artística?
Desde niña, el arte estuvo presente en mi familia, lo que lo volvió parte de mi vida cotidiana. Para mí, no hay separación entre cantar, pintar o componer; son diferentes caminos de creación.
¿Con qué forma de arte conecta más?
La música es más terrenal, el contacto con la gente es inmediato, y mis letras provocan emociones profundas en el público. La pintura, en cambio, me permite explorar más metáforas y mundos abstractos.
Sus letras suelen abordar el dolor. ¿Qué inspira su creatividad, el dolor o la felicidad?
Siempre me ha atraído el dolor. Las artistas que admiré como Chavela Vargas y Edith Piaf poseen una carga dramática que resuena en mí. Creo que la felicidad es efímera, y prefiero capturar los momentos dolorosos que realmente se sienten. A veces, manejar la tristeza me provoca placer.
¿A lo largo de sus 42 años, ha sufrido más o disfrutado más?
Creo que ha sido un equilibrio. He experimentado la libertad y la felicidad de manera intensa, pero el dolor ha estado presente también. He logrado convivir con él y expresarlo a través de mi arte.
¿Cómo se identifica con el título de su nuevo disco, Femme Fatale?
Me considero un drama andante y me identifico con la idea de la femme fatale como una mujer independiente, que se sale de los moldes establecidos y vive con libertad.
Usted ha mencionado sentirse fuera de lugar en muchas ocasiones. ¿Se ha salido del esquema?
Siempre me he sentido diferente y he luchado por encajar. Mi diversidad musical y estética a menudo ha sido cuestionada, pero nunca dejé de buscar mi propia voz.
Recientemente, reveló haber sido diagnosticada con trastorno bipolar. ¿Cómo ha sido este proceso para usted?
Lo intuía y cuando busqué ayuda, sentí alivio al confirmarlo. Aunque es un estigma, me siento aliviada porque entiendo mejor mi vida y me gusta compartirlo para mostrar que se puede vivir funcionalmente con este diagnóstico.
¿Este nuevo disco representa una venganza para usted?
Sí, lo veo así. He deseado demostrar que puedo crear arte significativo. Este disco refleja mi esencia y me enorgullece poder hacerlo bien.
EL MUNDO DE MON
Norma Montserrat Bustamante Laferte, originaria de Viña del Mar, Chile, ha estado inmersa en el arte desde su niñez. Su participación en el programa Rojo, fama contra fama le abrió puertas a la música, aunque el verdadero cambio llegó cuando emigró a México en busca de libertad artística. Laferte ha formado parte de la lucha social, ganando reconocimientos como cinco Grammys Latinos y manifestando su voz en contra de la violencia de género. En la actualidad, presenta su álbum Femme Fatale en España, donde ha captado la atención de un público fiel. En su vida personal, Mon se siente plena y satisfecha.