Los Aciertos y Retos de Ozzy Osbourne en sus Últimos Años

Los Aciertos y Retos de Ozzy Osbourne en sus Últimos Años

La palabra más utilizada por Ozzy Osbourne a lo largo de su vida fue fuck. Casi cada reflexión, opinión o comentario diario se resaltaba con una conjugación de ese verbo. Sin embargo, nunca tuvo tanto sentido como en los últimos años de su existencia, donde la usó para expresar impotencia y autodenigración. “I’m fucked, I’m fucked” (Estoy jodido, estoy fodido), repetía.

El domingo 2 de noviembre se estrenará Ozzy: No Escape From Now en SkyShowtime, un revelador documental que narra los últimos cinco años de la vida del icónico cantante de heavy metal. Este periodo, marcado por el dolor y la desolación, también refleja la resiliencia de Osbourne. Su gran logro consistió en encontrar la fuerza física y mental para realizar su último concierto con Black Sabbath. Este histórico recital, en el estadio Villa Park de Birmingham, donde la banda comenzó su camino, logró atenuar en parte el sufrimiento del artista. Ozzy Osbourne falleció el 22 de julio de 2025, a los 76 años, solo 17 días después de esa actuación.

Una Historia de Fragilidad y Valentía

La directora del documental, Tania Alexander, expresó en The Hollywood Reporter: “Es una historia humana que trata sobre la fragilidad de la vida. A veces es difícil, porque no queremos enfrentar lo que le sucede a nuestro cuerpo… Ozzy nos enseñó a sobrellevarlo, a no rendirnos.”

Retos Personales y Salud Deteriorada

En su último tiempo, Osbourne manifestaba descontento con su dieta restringida. “No puedo comer nada que engorde, ni lácteos, ni azúcar”, se quejaba. Su esposa y mánager, Sharon Osbourne, le responda con admoniciones: “Para ya, Ozzy, a muchas personas les pasa lo mismo y no se quejan tanto.”

En octubre de 2018, en medio de una gira de dos años, Ozzy sufrió una infección en el cuello que lo obligó a pausar sus planes. Posteriormente, se cayó en su mansión de Los Ángeles, lo que llevó a los médicos a recomendarle cirugía. “Después de la operación estaba mucho peor”, se lamenta el cantante en el documental, mientras su familia menciona descuidos médicos: “Antes de entrar al quirófano, podía bailar. Pero después, no podía ni moverse”, indica su hijo Jack.

La Depresión y la Fuerza del Amor Familiar

A partir de esa caída, Ozzy se sometió a una serie de intervenciones que apenas le ofrecieron alivio, llevando al artista a una profunda depresión. Sharon permanecía a su lado, mostrando paciencia y apoyo incondicional. Es desgarrador ver a un hombre tan carismático como él en un estado de abandono, sumido en horas de inactividad, viendo obsesivamente documentales sobre la Segunda Guerra Mundial.

La salud del cantante continuaba deteriorándose, y su voz se volvía cada vez más débil y casi ininteligible. A pesar de su frágil condición, todavía encontraba momentos de diversión, como disparar con un rifle a una diana en su jardín y reflexionar sobre su carrera en un tono humorístico.

Un Renacer Musical con Andrew Watt

La música sirvió como un resurgimiento para el artista. Andrew Watt, un guitarrista y productor neoyorquino, se convirtió en un ángel salvador, motivando a Ozzy a volver al estudio para grabar dos álbumes: Ordinary Man (2020) y Patient Number 9 (2022). A pesar de su lucha, Ozzy asistió a la ceremonia del Rock and Roll Hall of Fame, aunque no pudo cantar y observó impotente cómo otros interpretaban sus temas.

El Último Concierto de Black Sabbath

El 5 de julio de 2025 se convertiría en una fecha fundamental para Ozzy, marcando el último concierto de Black Sabbath en Birmingham, un gran evento metalero que incluiría a bandas como Metallica y Guns N’ Roses. Sin embargo, su salud seguía deteriorándose: en abril, sufrió una fractura de vértebra y posteriormente contrajo neumonía y sepsis. “Justo ahora me tengo que poner más enfermo, joder. Pero tengo que estar allí”, decía con lágrimas en los ojos.

Finalmente, después de un arduo proceso de fisioterapia, el artista logró asistir al estadio del Aston Villa y cantó cinco de sus temas en solitario y cuatro con Black Sabbath, emocionando a 45,000 aficionados. Al finalizar la actuación, cumplió con su misión, aunque su salud ya había comenzado a decaer. Solo 17 días después, Ozzy Osbourne fallecería, dejando un legado imborrable en el mundo del rock.

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