Comida Callejera en Ciudad de México: un Viaje Sabroso por los Puestos de Comida
El amanecer en Ciudad de México marca el inicio de una jornada gastronómica vibrante. En una esquina de la ciudad, una señora lleva décadas ofreciendo atole, tamales y guajolotas, un platillo que se encuentra en miles de puestos ambulantes. Las guajolotas, conocidas también como tortas de tamal, son un tema de controversia: algunos las critican por la «masa dentro de masa», mientras que otros las alaban como una combinación única de sabores y texturas.
Guajolotas: Un Clásico Chilango
Este ayudante de desayuno es indispensable para quienes buscan un alimento contundente que les mantenga saciados durante horas. Uno de los lugares más famosos para degustar guajolotas es el Mercado de La Postal, donde el tamal de costilla, frito y con hueso, destaca entre la amplia oferta. Estos puestos operan con puntualidad, iniciando sus ventas a las 6 de la mañana y cerrando al mediodía, cumpliendo así con la tradición de la comida callejera.
La Variedad en la Comida Callejera
La comida callejera en la Ciudad de México es tan rica y variada como la de los restaurantes. Según un estudio del profesor José Benito Rosales Chavez, la mayoría de estos puestos se ubican en áreas de ingresos medios y son fácilmente accesibles para los transeúntes. A pesar de la percepción de que la comida callejera es poco saludable, la realidad es que la oferta es diversa y abarca opciones más saludables, como las juguerías itinerantes.
Juguerías: Salud en Cada Vaso
Las juguerías, que suelen ser pequeñas y móviles, ofrecen una variedad de opciones frescas, desde jugos de toronja hasta piezas de frutas en cubos. La creciente demanda de opciones saludables ha llevado a muchos de estos vendedores a incluir superalimentos como espirulina y proteínas en sus menús, adaptándose así a los hábitos de los clientes más conscientes de su alimentación.
La Historia de Juguería Caro
Uno de los puntos más icónicos es la Juguería Caro, fundada en 1973 por la familia Cárdenas, en la esquina de Insurgentes y Sonora. Esta juguería ha evolucionado para ofrecer no solo jugos, sino también licuados de proteína y shots de jengibre, con un enfoque en los consumidores fitness. Caro, quien asumió el negocio a los 18 años, ha sabido adaptarse a la creciente cultura de nutrición en la Condesa.
Flautas: Un Manjar Irresistible
Las flautas son otro símbolo de la comida callejera, particularmente populares entre los estudiantes de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA). Este platillo, conocido por su elaboración cuidadosa y fritura crujiente, se ha vuelto un referente. Localizaciones como el puesto La Flauta en el Casco de Santo Tomás son célebres por su técnica de preparar las flautas, que incluyen diferentes guisados.
Quesadillas: Tradición en Cada Mordida
Las quesadillas, servidas con o sin queso, son un plato icónico en la ciudad, especialmente en lugares como Quesadillas Elenita, en la Roma Norte. Este puesto combina tradición y frescura, utilizando masa de maíz morado traída diariamente de Xalatlaco, Estado de México, y ofreciendo una variedad de guisados que atraen tanto a trabajadores como a turistas.
Un Recorrido por el Sabor Chilango
A lo largo del día, Ciudad de México se llena de aromas y sabores característicos, desde el vapor de los tamales hasta el fresco olor de las frutas y jugos. La comida callejera no solo satisface el hambre, sino que también captura la esencia de la vida diaria en la metrópoli. Con cada fila formada en los puestos, los chilangos demuestran que buscan lo mejor de la gastronomía local, desencadenando un festín que une a todos en una experiencia compartida.
 
															 
															 
         
         
         
         
         
         
        