Josef Aschbacher: Europa debe reaccionar ante el liderazgo espacial de China
Josef Aschbacher, director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha expresado su preocupación por el creciente dominio de China como la segunda potencia espacial mundial, superando a Europa en este ámbito. En el contexto actual, donde el papel del continente europeo se está volviendo cada vez más limitado, Aschbacher enfatiza la necesidad de decisiones políticas que permitan a Europa asegurar su independencia en el espacio. Esta autonomía es crucial para garantizar un futuro próspero y una participación significativa en la economía espacial y lunar.
Estrategia 2040 para la autosuficiencia espacial
Durante la reciente conmemoración del 50 aniversario de la ESA, Aschbacher anunció su propuesta de Estrategia 2040, que tiene como objetivo que Europa pueda lanzar sus propios astronautas hacia estaciones espaciales y posibles misiones a la Luna. En un momento en que el gasto militar domina la agenda de muchos países, el director de la ESA subraya que la inversión europea en el espacio es insignificante en comparación con la de otras potencias.
La próxima prueba crucial será la aprobación del nuevo presupuesto de la ESA durante la reunión ministerial en Bremen, Alemania, donde Aschbacher propondrá un aumento del 30% en comparación con el periodo anterior. Entre los programas destacados se incluye un sistema de observación de la Tierra por satélite, que podría salvar «cientos de vidas» en catástrofes naturales, en referencia al reciente aniversario de la dana que afectó a Valencia.
Retos geopolíticos y necesidad de inversión
Aschbacher ha señalado que la geopolítica actual es complicada, especialmente debido a la guerra en Ucrania y conflictos en Oriente Medio. Actualmente, Estados Unidos realiza el 60% de la inversión espacial, mientras que China representa el 15% y Europa solo el 10%. Esta disparidad es preocupante, ya que Europa, como potencia económica, debería aumentar significativamente su inversión en el sector.
El crecimiento del sector espacial es del 10% anual, a un ritmo que supera a otros campos como el transporte y la energía. La dependencia de tecnologías espaciales en la vida cotidiana es cada vez mayor, y la interconexión entre el espacio y la defensa se ha vuelto fundamental. Sin embargo, la inversión militar en el espacio en Europa se limita a solo un 15%. Esta situación ha llevado a una reducción del 33% en la inversión global de Europa en espacio entre 2019 y 2024, un retroceso alarmante que Aschbacher considera crítico de cara a la reunión ministerial de noviembre.
Presupuesto y la importancia de la observación terrestre
Para los próximos tres años, la ESA necesitará alrededor de 22.000 millones de euros, aunque esta cifra podría variar hasta el último momento. La propuesta incluye 22 programas, de los cuales el 20% son obligatorios y el resto opcional. Aschbacher espera una respuesta positiva de España, destacando la fortaleza de su industria espacial, que ha pasado a liderar proyectos significativos dentro de la ESA.
Uno de los puntos clave discutidos por Aschbacher es la importancia de la observación de la Tierra. Destaca que un tercio del presupuesto de la ESA se destina a esta área, fundamental para predecir la evolución del planeta y gestionar catástrofes naturales. La reciente dana en Valencia subraya la necesidad de optimizar sistemas de comunicación y análisis de datos para mejorar la respuesta ante desastres, sugiriendo la creación de una nueva constelación de satélites de alta resolución.
Desarrollo de tecnologías y soberanía estratégica
La Estrategia 2040 también enfatiza la importancia de la soberanía estratégica en Europa. Aschbacher subraya la necesidad de desarrollar tecnologías propias y depender menos de otros países, especialmente en medio de incertidumbres como aquellas relacionadas con la aprobación del presupuesto de la NASA. Cree firmemente que Europa puede viajar sola al espacio, siempre que reciba el apoyo y el mandato necesarios de sus líderes políticos.
La cooperación entre la ESA y la Unión Europea es, según Aschbacher, muy buena. La nueva propuesta de la Comisión Europea prevé un gasto significativo en espacio y defensa, lo que representa un avance en la integración de esfuerzos en este campo. Sin embargo, las relaciones con Estados Unidos son actualmente volátiles, lo que podría afectar a programas conjuntos importantes.
El futuro de la exploración espacial
En cuanto a la exploración científica, se espera que en los próximos años se obtengan resultados del proyecto Juice, que estudia las lunas heladas de Júpiter en 2031, así como avances en una posible misión a Encélado, una de las lunas de Saturno. Estas investigaciones abren la puerta a numerosas preguntas sobre la existencia de vida en otros cuerpos celestes.
Con un enfoque claro en la sostenibilidad y la inversión, Aschbacher está determinado a posicionar a Europa como un actor clave en el futuro del espacio. La conversación sobre el papel de Europa en el ámbito espacial continúa, mientras la ESA se prepara para enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades que el cosmos ofrece.
